Tipos de usuarios de Linux
En el principio solo había un tipo de usuario de Linux, el fanático de la informática qué disfrutaba pasar horas y horas tratando de optimizar el código para lograr una pequeña mejora que solo apreciar y a otros como él. Sin embargo, a medida que la creación de Linus Torvalds fue mejorando y haciéndose accesible a más usos se fue sumando otra gente con otros interese y necesidades. Veamos una clasificación posible
El ortodoxo
Usó Linux desde que Torvalds hizo público el proyecto y lamenta profundamente que haya dejado de ser un juguete para nerds. Está convencido de que todo se echó a perder con la llegada de la interfaz gráfica.
El feligrés
Más que usuario de un sistema operativo, es devoto de una religión. La del software libre.
Considera cualquier inclusión de software privativo una herejía sin que le importe la falta de alternativas. Además, se niega a recibir archivos en formatos privativos
Se lo reconoce fácil. Es el que va a escribir en el formulario de comentarios que la forma correcta de decirlo es GNU/Linux.
El hereje
Categoría creada pensando en el autor de este artículo.
Al hereje le gustan los principios del software libre pero no vacila en instalar y recomendar controladores y programas privativos si cree que son mejores.
Es probable que si le diera el presupuesto se comprara una Mac y un iPhone.
A este se lo reconoce fácil. Es el que escribe artículos sobre los tipos de usuarios de Linux en Office para Android y lo sube al blog con el navegador Edge.
El dueño de la verdad
Es fanático de una distribución y la considera superior al resto, aunque no haya argumentos técnicos que avalen su postura.
Es tal su amor que no duda en recomendarla en cualquier espacio disponible. Ya se trate de un pedido de recomendación, una pregunta sobre un problema con otra distribución o el formulario de comentarios de un post sobre la cría de ornitorrincos.
Para compensar su amor por una distribución suele expresar un odio igualmente profundo e injustificado por otra a la que no duda en atacar a la menor oportunidad.
El niño mimado
Tal vez el más detestado de la lista.
Ante cualquier duda o dificultad exige una respuesta inmediata sin comprender la diferencia entre el soporte técnico de los servicios que paga y un proyecto desarrollado por voluntarios.
En caso de que no se le responda inmediatamente amenaza con volver a Windows.
Cuando se lo manda a buscar en Google o en la documentación asegura no haber encontrado la solución por más que se trate de algo respondido millones de veces.
Estas personas hacen que comprendamos a nuestras madres cuando nos decían aquello de “A que voy yo y lo encuentro y. cuando lo haga te doy un cachetazo”
El arrepentido
Alguna vez fue usuario de Linux, pero se vio seducido por las delicias del software privativo (Generalmente el de Apple). Sin embargo, como no se dio de baja de los blogs, fotos o grupos que frecuentaba, cada tanto interviene para convencer a otros de que sigan sus pasos.
Final serio
Este post no pretende ofender a nadie.
Un obstáculo importante para la difusión del software libre es la imposibilidad de empatizar con el otro. Muchas veces se combate con más saña a otro proyecto o a alguien dentro del propio con un criterio técnico diferente que a las prácticas nocivas del software privativo.
Cuando empecé en Linux a los usuarios con pocas habilidades técnicas se les decía “lusers’ (Por loosers o perdedores en inglés) sin entender que no todo el mundo tiene los mismos conocimientos.
Para que el software libre avance necesita una comunidad basada en el respeto a las necesidades e intereses de los demás.